Llegar a los 50 es un golpe de realidad… y lo veías TAN LEJOS.
¡A QUÉ HORAS!
Medio siglo de vida son cincuenta años con historias, decisiones, errores gloriosos y aciertos que nadie vio venir. Todo te lo cuestionas más, y constantemente vives en esa sensación de que algunas cosas no volverán… pero, ¿sabes qué? Esto apenas está comenzando.
Porque sabes quién eres y la TAL: conviértete en tú MEJOR VERSIÓN, MATRIX RECARGADA plus blablabla…
Que quieren IMPONERTE, TE VALE MADRES.
Eres tú: cruda, auténtica, con días buenos y malos, cambiando constantemente como cuando eras adolescente, pero ahora hacia la tercera edad, juaaaa.
Y estás más lista para desafiar situaciones que antes te eran imposibles, porque confías más en ti… o ya ni te importan.
No te estresas: pasar la página se te hace tan fácil.
Ahora tomas decisiones sin esperar consentimiento.
Piensas sin filtros que asfixien.
Pierdes el miedo a la soledad; es más, la disfrutas.
Tu tiempo y energía lo valoras más que un artículo de lujo.
Reinventarte? … O simplemente decidir que no quieres reinventarte… y listo, sin tanta tiza.
Este momento se convierte en tu superpoder.
La seguridad que antes te faltaba ahora te hace temible… en el mejor sentido.
Así que no te sientes a lamentarte por los años que pasaron.
Medio siglo de vida no es nada; es la prueba de que sobreviviste, aprendiste, y lo mejor: esto apenas empieza.
Feliz medio siglo de vida, Pupicita de las estrellas!
Que sigas tomándote la vida con ese humor que siempre te ha salvado hasta de los momentos más trágicos.
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